ABSOLUTAMENTE COMPROMETIDOS, con Kike Guaza. Multipolaridad absoluta


absolutamente comprometidos(Esta crítica fue publicada en la web de cultura Notodo.com con motivo del estreno del monólogo Absolutamente Comprometidos en el Teatro del Arte de Madrid. Para más información podéis hacer clic aquí y ver la reseña en la web de Notodo.)

ABSOLUTAMENTE COMPROMETIDOS. crítica por Miguel Gabaldón

Dani Mayer es un actor en paro que atiende el teléfono de reservas en un restaurante de lujo. «Estamos absolutamente comprometidos» es la absurda expresión que le obliga a utilizar su insoportable jefe cuando están llenos (situación harto común en el local, por otra parte). Un día infernal le espera al teléfono. Un infierno que compartirá el espectador. Absolutamente comprometidos es un texto de Becky Mode que se estrenó en 1999 en Nueva York y desde entonces viene cosechando éxitos. Aquí la produce Imanol Arias, dirige Miguel Pittier y defiende actoralmente Kike Guaza, quien interpreta más de treinta personajes. Ahí es nada.

La puesta en escena del espectáculo es muy sencilla, centrándose en la capacidad actoral de Guaza, quien rota cada quince segundos de personaje en un estrés de caracterizaciones alucinante. El montaje, de ritmo endiablado, nos lleva a través de las conversaciones de teléfono con los clientes (e interfono con los trabajadores del restaurante) durante un día especialmente adrenalínico en el que Mayer espera una llamada para una prueba del Centro Dramatico Nacional y además le ha dejado tirado su compañero de reservas. Todos los clientes VIP llaman a la vez para reservar y Mayer se las ve y se las desea para hacerles frente a ellos y a sus compañeros.

Son memorables las caracterizaciones del prepotente chef que tiene por jefe, el súper happy Bryce que llama para cuadrar detalles de la mesa de Naomi Campbell una y otra vez, la secretaria argentina de la agente de Mayer Guaza demuestra una capacidad humorística y un dominio del timing increíble, consiguiendo que el público llore de la risa con sus exageradas caracterizaciones, absolutamente perfectas, con el plus de dificultad de la velocidad extrema que debe imprimir al espectáculo. Hay que reconocer que uno sale extenuado, pero también habiéndose echado unas risas importantes. Así que, la verdad, una comedia muy recomendable con un despliegue por parte del intérprete protagonista digno de admiración. Aunque sólo fuera por el esfuerzo de Guaza, merecerían encontrarse “absolutamente comprometidos” en todas las funciones, desde luego.

M.G.

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