CONTINUIDAD DE LOS PARQUES, dirigida por Sergio Peris-Mencheta


Continuidad de los parques
(Esta crítica fue publicada en la web de cultura Notodo.com con motivo del estreno de Continuidad de los parques en el Matadero de Madrid. Para más información podéis hacer clic aquí y ver la reseña en la web de Notodo.)
CONTINUIDAD DE LOS PARQUES. Discontinuidad humorística
Crítica por Miguel Gabaldón
– A veces alguien se queda mirándole a uno.
– Ya veo. ¿Y se acerca? ¿Sin motivo?
– Sin motivo. Y entonces se entabla una conversación sobre cualquier tema general.
– ¿Y luego? ¿Qué ocurre luego?

(El Square. Marguerite Duras)

Pues luego pueden ocurrir muchas cosas, sobre todo en la cabeza, como en la última obra dirigida por Sergio Peris-Mencheta, Continuidad de los parques, que se ha estrenado en el Matadero. Es éste un montaje que, por las opiniones que uno va leyendo y escuchando, depende total y absolutamente de los gustos de cada cual. Alabanzas casi incondicionales (las más) se alternan con alguna crítica tirando a ni fú ni fá. Personalmente (y mira que iba con ganas a verla) (o precisamente por eso) soy de los últimos.

Hay un problema de base, y es que el texto de Jaime Pujol no me hace gracia, con lo cual mal empezamos. Bueno, alguna sonrisilla sí me provocaba, por supuesto, pero no las carcajadas que se levantaban entre la nutrida audiencia. Me pasaba lo mismo que cuando vi La cena de los idiotas, que no entendía qué era lo que le hacía tanta gracia a la gente. La diferencia es que el tipo de público en una y otra difiere notablemente. Continuidad… es una especie de hype que llego a entender del todo. El caso es que estas historias, sketches independientes con el nexo común del lugar (el parque) y una simpática locura de sus protagonistas no me entretiene (problema gordo al tratarse de una comedia). La dirección está bien (sobre todo en cuanto a los actores se refiere), el ambientar con loops y samplers vocales en directo (labor a cargo de Marta Solaz) tiene también su punto, a pesar de que distraiga un poco. El problema es que es un texto absurdo que quiere ser Samuel Beckett o Georges Perec (qué bien le salió a Peris-Mencheta ese Incrementum) pero que se acerca peligrosamente a un humor televisivo más bien simple. Algo muy parecido a un programa de José Mota.

Lo salvan, eso sí, los actores, que están espléndidos, todos y cada uno de ellos en sus multiplicidad de caracteres. Luis Zahera, fantástico; Roberto Álvarez, sólido y con presencia; Gorka Otxoa, con un registro más tipicón, pero que funciona; y Fele Martínez, genial en cada una de sus apariciones. Peris-Mencheta desde luego vale para dirigir, de eso no hay duda, y juega con sus actores de forma fantástica por encima del texto. Eleva también el conjunto el último sketch, Luz verde, a años luz de sus predecesores. Un ejemplo muy inteligente (que recuerda vagamente a otra pieza con taxi incluido, de Harold Pinter en este caso, que se pudo ver en la Tétrada de La Puerta Estrecha) en el que un hombre se sienta en un banco como si de un taxi neoyorquino se tratase. La evolución y relación de esos dos personajes es maravillosa, y es el único momento en el que se avista lo que podría haber sido esta Continuidad de los parques si todo hubiera seguido ese camino. Un camino que, sin embargo, se pierde entre los árboles y no llega a encontrarse. «Un hombre entra en un parque. El parque aún está cerrado, pero entra«, comienza y acaba, cíclicamente este montaje. Así que avisados estáis, puede que os encante o puede que no, sois completamente libres de entrar en este parque.

M.G.

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