SOLEDAD VILLAMIL EN CONCIERTO

Foto: Claudio Divella

CRÍTICA

Muy agradable. Ése es el pensamiento con la que se sale de este concierto. Que se ha pasado un rato muy agradable.

Aunque, todo hay que decirlo, la primera canción no augurase nada bueno con respecto a la voz de Soledad Villamil (acto seguido se disculpó diciendo que estaba “engripada”), poco a poco fue creciéndose y metiéndose al público del Español en el bolsillo (aunque a los argentinos que estaban entre la audiencia ya les tuviera desde el minuto uno).

La cantante aprovecha sus dotes como actriz y hace que el concierto se transforme en un pequeño show con pequeños comentarios entre canción y canción, bien didácticos sobre los diferentes tipos de canción argentina, tango, milonga o ranchera (la argentina, no la mexicana), con pequeñas historias sobre las canciones, sus autores (con referencias a Violeta Parra, Idea Vilariño, etc…) o con divertidas explicaciones sobre la jerga de alguna en particular (como en el tango “Yo sé”). Villamil está dotada con una espontaneidad bien preparada y simpatía natural que hace de este espectáculo un paseo muy agradable por el mundo de la canción argentina.

Aparte se puede disfrutar en el ecuador del espectáculo de un curioso baile por parte de los Hermanos Macana, dos hombres bailando tango (como en los inicios del mismo) con una habilidad sobresaliente y que aporta otro toque de humor al espectáculo.

El resto de la banda aporta asimismo simpatía al espectáculo, como si de una gran familia se tratase, desde el percusionista, al teclado, el bajo, el bandeonista o el guitarrista, José Teixidó, que a la vez es el mismo que ha realizado los arreglos para las canciones. El espectáculo de luces es la vez un despliegue importante pero que provoca una sensación de intimidad muy cálida y acorde completamente con el espectáculo.

A destacar la versión de la canción de Violeta parra “Maldigo del alto cielo”, punto culminante de intensidad de la noche (“es difícil seguir después de esta canción”, comentó Villamil) y la preciosa “La canción y el poema”, que da título al segundo disco de la artista.

Una espectáculo en definitiva que se agradece, sobre todo por su sencillez y capacidad de conectar con el público.

 FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

SOLEDAD VILLAMIL EN CONCIERTO, con la participación de los Hermanos Macana

País:  Argentina         Duración aproximada: 1 hora y 30 minutos (sin intermedio)

Voz: SOLEDAD VILLAMIL Dirección, arreglos y guitarra: JOSE TEIXIDÓ Contrabajo: GERARDO DE MÓNACO Bandoneón y acordeón: NICOLAS PERRONE Piano: JUAN TARSIA Batería y percusión: AUGUSTO ARGAÑARAZ Bailarines: LOS HERMANOS MACANA

Sonido: MARIANO MARCOS Luces: GEORGINA DÍAZ Producción ejecutiva: MALALA LAGOS      – ESTRENO EN ESPAÑA –

TEATRO ESPAÑOL

FESTIVAL DE OTOÑO EN PRIMAVERA

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

28/05/2011

KORPER, diseccionando la danza

 

CRÍTICA

Absorbente. Totalmente. Este mítico trabajo de danza  que pasa por nuestro país más de diez años después de su creación es sencillamente increíble. Sasha Waltz nos muestra cuadros vivos de cuerpos en todas las posiciones imaginables en los que se van sucediendo imágenes, cada cual más extraña y fascinante que la anterior manteniendo al espectador en un constante asombro.

Pocos espectáculos creo que pueden presumir de causar ese efecto en el espectador.  Otras piezas aluden más a lo sensorial, a lo sensual del baile y del cuerpo humano para transmitir su mensaje. Waltz despoja conscientemente de toda sexualidad y sensualidad a sus cuerpos para sumergirnos en un análisis de la fisonomía humana con un ensayo en forma de danza inmensamente interesante.

Un escenario enorme y desnudo a no ser por una enorme pared oscura, situada de forma ligeramente oblicua casi en mitad del escenario, de la que salen unas extremidades mientras el público va acomodándose. Posteriormente unos hombres vestidos de traje se mueven e interactuan entre ellos con unos movimientos duros y precisos. Una coreografía de lucha y dominación increíblemente retorcida con golpes secos y piruetas exentas de poesía pero llenas de precisión e hipnóticas. Un par de figuras con el torso desnudo aparecen entre ellos. Y les manejan y trasladan de un lado al otro cogiéndoles por la piel. Son movimientos casi dolorosos.

Después un rectángulo se ilumina en la pared elevada en mitad del escenario. Tres figuras prácticamente desnudas aparecen dentro. Posteriormente se va incrementando el número de personas que van metiéndose en ese reducido escenario, con unos movimientos ralentizados, como flotantes, subiendo y bajando en una coreografía y retorcer de cuerpos fascinante. Sobre todo si desde donde estás no distingues que se están moviendo en un estrecho espacio entre una pared y un cristal, con lo cual hasta averiguar que hay una segunda pared (ese cristal) te preguntas cómo demonios se están sujetando. Y es que tienen tan poco espacio para moverse que sus movimientos parecen carentes de gravedad, apoyándose, encajándose  y dejándose caer lentamente, deslizándose ayudados por el cristal. Es increíble además la cantidad de bailarines que se llegan a introducir en ese cubículo, llegando a producir incluso ligera ansiedad.

También nos encontramos con fantásticos seres, formados por el tronco de un bailarín y las piernas de otro, en un movimientos arrítmico que nos lleva a pensar en seres mitológicos, o una mujer con su larguísimo cabello peinado en múltiples trenzados enlazados a dos varas que maneja a su antojo de forma hipnótica.

Una especie de leit motiv son unos monólogos, principalmente en inglés, en los que hombres y mujeres comentan historias relacionadas con partes de sus cuerpos, y que mientras nombran esas partes indican en una paradoja otras partes («Y abrí mis ojos», dice una mujer, señalándose cómicamente sus pezones), ciertos momentos que aportan ligereza y sonrisa, aparte de extrañamiento, a la pieza.

Es una coreografía tremendamente arriesgada y que además no busca el camino fácil, ya que ni siquiera hay casi música propiamente dicha (si como música pensamos en melodía con instrumentos tradicionales), sino que en cuanto a composición sonora nos encontramos con un fascinante y complejo montaje de sonido compuesto de golpes y diversos sonidos, cuando directamente no se está en silencio escuchándose únicamente los movimientos de los bailarines.

La iluminación igualmente es fantástica pero sin buscar efectos coloridos, ya que sólo se utilizan focos sin filtro de color alguno en la mayor parte del espectáculo. En un espacio que llega a ser épico nos encontramos con esta luz pura para iluminar los cuerpos también puros que disecciona Sasha Waltz en este increíblemente interesante y fantástico espectáculo.

 

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

KÖRPER

País:  Alemania       Duración aproximada: 1 hora y 30 minutos (sin intermedio)

Dirección y coreografía: SASHA WALTZ Música: HANS PETER KUHN Escenografía: THOMAS SCHENK, HEIKE SCHUPPELIUS y SASHA

WALTZ Vestuario: BERND SKODZIG Iluminación: VALENTIN GALLÉ y MARTIN HAUK Danza y coreografía: DAVIDE CAMPLANI, JUAN

KRUZ DIAZ DE GARAIO ESNAOLA, LUC DUNBERRY, ANNETTE KLAR, NICOLA MASCIA, GRAYSON MILLWOOD, VIRGIS PUODZIUNAS,

YAEL SCHNELL, CLAUDIA DE SERPA SOARES, XUAN SHI, TAKAKO SUZUKI, NIANNIAN ZHOU y SIGAL ZOUK-HARDER

– ESTRENO EN MADRID –

TEATROS DEL CANAL

FESTIVAL DE OTOÑO EN PRIMAVERA

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

27/05/2011


CARMEN LINARES: OASIS ABIERTO, Miguel Hernández flamenco

Foto: Rafa Arjones All rights reserved by Cabofaro

CRÍTICA

Esto sí es un homenaje a la poesía. Este Oasis Abierto llega a lo más profundo de los versos de Miguel Hernández de la mano de la gran cantaora Carmen Linares en un emocionante espectáculo dedicado a su figura.

Desde la seguiriya hasta las malagueñas, pasando por la soleá por bulerías, sin olvidar las magníficas composiciones musicales de Luis Pastor, Carmen Linares y el resto del elenco que la acompañan en escena interpretan y ponen su alma a los magníficos poemas del alicantino.

Carmen Linares es una de las figuras más grandes del flamenco y aquí lo demuestra regalándonos su hermosa y rasgada voz, acompañada por los guitarristas Salvador Gutiérrez y Eduardo Pacheco, el percusionista Tino di Geraldo, Pablo Suárez al piano y tres fantásticas palmeras y coros, Ana María González, Rosario Amador y Carmen Amaya, sin olvidarnos de la figura impagable de Tomasito. Este fantástico cantaor y bailaor pone el toque ligero y en algunos momentos cómico al espectáculo, sirviendo de perfecto contrapunto al desgarro y sobriedad de la cantaora. Gran idea ésta para oxigenar el espectáculo y hacer más grande todavía el conjunto.

La dirección escénica a cargo de Emilio Hernández es correcta, con una iluminación hermosa y muy efectiva y unas sencillas proyecciones. Estas proyecciones ocupan el fondo del escenario y consisten en un fondo de color con palabras de los propios poemas que aparecen a la vez que van siendo pronunciadas, aunque  en algunos momentos (principalmente en la primera mitad del espectáculo) tal vez más que aportar, distraen. Posteriormente las proyecciones pasarán a ser fotos, siendo el último bloque un homenaje a la ideología de Hernández que apoya a su «No puedo olvidar».

Especialmente emotivo es el bloque central de Linares en pie acompañada únicamente por Pablo Suárez al piano interpretando los poemas de Hermández con música compuesta por el cantautor Luis Pastor, uno de estos temas, y gran momento de la noche, la «Casida del sediento», cuyos versos contienen ésos que dan nombre al espectáculo:

…Boca: Oasis abierto

a todas las arenas del desierto.

Húmedo punto en medio

de un mundo abrasador…

Todo lo bueno tiene su fin, y  al cabo de noventa cortos minutos y envuelta en un aplauso atronador, Carmen Linares pidió la aparición de Luis Pastor en el escenario e interpretaron a dúo fuera de lo previsto otro de los poemas de Hernández musicados por Pastor, «Pastora» («El Pastor tenía que cantar Pastora», dijo en un guiño cómico el cantautor), acabando todos con un nuevo «Silbo del dale» entre palmas y coros y un público de pie emocionado por una gran noche de Arte. Con mayúsculas.

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

Carmen Linares, cante y dirección musical 

Emilio Hernández, dirección escénica

Elenco artístico

Carmen Linares, Cante

Salvador Gutiérrez, Guitarra Flamenca

Eduardo Pacheco, Guitarra Flamenca

Tino di Geraldo, Percusión

Ana María González, Coros y Palmas

Rosario Amador, Coros y Palmas

Carmen Amaya, Coros y Palmas

Artistas invitados

Tomasito, cante y baile

Pablo Suárez, piano

Equipo técnico

Antonio Valiente, Diseño iluminación.

Eduardo González, Técnico Sonido

José García, Técnico Sonido-Monitores

Idea original

Cabofaro Producciones S.L

Música

Carmen Linares y Luis Pastor

Gestión

Cabofaro Producciones  S.L

PROGRAMA

SOLO DEL DALE

ANDALUCES DE JAÉN, Petenera y Taranta

PRIMAVERA CELOSA, Soleá por bulerías

TODAS LAS CASAS SON OJOS, Bambera

CADA VEZ QUE PASO, Seguiriya

TU PUERTA NO TIENE CASA, Bulería

CASIDA DEL SEDIENTO

MIS OJOS SIN TUS OJOS

EL SOL, LA ROSA Y EL NIÑO, Toná

NO PUEDO OLVIDAR

EL NIÑO YUNTERO, Malagueñas

CANCIÓN DE LOS VENDIMIADORES, Tanguillos-Alegrías

SILBO DEL DALE, Bulerías

NO PUEDO OLVIDAR

* Duración

90 minutos

TEATRO ESPAÑOL

NOCHES DEL ESPAÑOL

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

22/05/2011

ANA BELÉN Y ROSA TORRES-PARDO. MÚSICA CALLADA – LA VIDA RIMA

Foto: Santos Cirilo

CRÍTICA

Ana Belén es a mi parecer una de las mejores voces de este país y Rosa Torres-Pardo una pianista reconocida internacionalmente. Ambas se alternan y colaboran en esta fusión de música (principalmente de autores clásicos, aunque también asoman la cabeza Gershwin o Prévert) y de poesía (pasando por San Juan de la Cruz, Lorca, Alberti…), hilvanado todo en un guión realizado por Luis García Montero y dirigido por José Carlos Plaza. Sin embargo, a mi parecer, éste es un espectáculo prescindible, como antiguo ya, falso y carente de ritmo.

El problema puede venir dado por varios motivos. Por un lado, los textos y reflexiones de Luis García Montero me parece que no están a la altura de la poesía a la que acompañan. Si se hubiera optado por un texto no tan poético (aunque la poesía de García Montero sea bastante coloquial en sí), sin ese intelectualismo que impregna todo, seguramente sería más llevadero.

Por otro lado la interpretación de estos textos tal vez es demasiado exagerada. Sobreactuada. Lo que se pretende, un espectáculo íntimo de reflexión entre estas dos mujeres compartiendo el arte, se convierte en una demostración pretenciosa que parece quiere poner encima de la mesa todo lo que saben los participantes de este proyecto, potenciado por unas interpretaciones muy poco naturales que refuerzan todavía más este efecto.

En cuanto a la selección de poesías, sin duda son textos maravillosos los escogidos, pero en cuanto a la música tal vez faltará algún tema más evocador para provocar en el público esa colección de imágenes que se pretende que formen en su mente mientras ven el espectáculo. No dudo que las piezas escogidas sean fantásticas y musicalmente espléndidas, pero a mí en particular hay algunas que me dejan bastante frío y no me causan evocación alguna.

Esto no quiere decir que no haya algunos momentos de gran belleza, como el momento de «Se equivocó la paloma» o el «Youkali» de Kurt Weill, por ejemplo. Pero es que tal vez debía de haber sido eso, sin más. Un concierto – recital sin textos añadidos y sin querer otra cosa que mostrar el arte de algunos grandes poetas y músicos.

En definitiva, todo lo anterior, unido a una puesta en escena sobria con un piano y un par de sillas que no ayuda a dinamizar el espectáculo (aunque podría haber funcionado perfectamente si el resto del recital funcionara como pretendían), hacen que se desee que esta «Música callada – La vida rima», en algunos momentos se mantuviera así, callada.

FICHA TÉCNICO – ARTÍSTICA

Ana Belén: Voz

Rosa Torres-Pardo: Piano

Luis García Montero: Guión

José Carlos Plaza: Dirección

Teatro Español

NOCHES DEL ESPAÑOL

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

19/05/2011

UNE FLÛTE ENCHANTÉE, Peter Brook reduce la ópera a su esencia

                               Une flûte enchantée © Pascal Victor

CRÍTICA

Una delicia. Peter Brook desviste a la ópera de toda su ornamentación para dejarla en su esqueleto y proporcionar una velada de música y sensaciones maravillosa. La orquesta se convierte en un piano y el escenario barroco en un espacio vacío para dejar paso a los personajes y a la delicadeza de las melodías.

Peter Brook ha querido con esta flauta encantada (según nos avisa el mismo título «Una flauta encantada», no «La flauta encantada») mostrarnos a un Mozart joven y travieso como los actores y cantantes de su espectáculo. Y lo consigue. La seriedad y majestuosidad de la ópera se transforma en un ligero y delicado espectáculo que sin embargo no resta un ápice de grandeza al material del que parte. Los complicados cambios escénicos que demanda esta ópera se ven suplidos por un espacio diáfano que sólo se ve interrumpido por un piano en el borde derecho del escenario y múltiples bambúes verticales apoyados cada uno en una peana, que van desplazando los propios actores por la escena cuando es necesario para hacer los cambios pertinentes. Una escenografía reducida a la esencia que resulta altamente eficaz, especialmente a la hora de no distraer con respecto a la actuación de los intérpretes, lo esencial de esta obra, por delante de los decorados, vestuario o despliegue orquestral.

Poco más se puede decir de este montaje, aparte de que los actores-cantantes están perfectos en sus roles (incluyendo algún que otro guiño al público español al dirigirse en nuestro idioma a la audiencia en un par de ocasiones), así como el resto de elementos en esta pieza de Brook que demuestra que, en muchas ocasiones, menos, desde luego, puede ser más.

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

UNE FLÛTE ENCHANTÉE, a partir de la obra de Wolfgang Amadeus Mózart

País:  Francia      Idioma: alemán y francés (con sobretítulos en español)      Duración aproximada: 1 hora y 40 minutos (sin intermedio)

Adaptación libre: PETER BROOK, FRANCK KRAWCZYK y MARIE-HÉLÈNE ESTIENNE Dirección: PETER BROOK Iluminación: PHILIPPE VIALATTE Piano (en alternancia): FRANCK KRAWCZYK / MATAN PORAT Intérpretes: DIMA BAWAB, MALIA BENDI-MERAD, LEILA BENHAMZA, LUC BERTIN-HUGAULT, PATRICK BOLLEIRE, JEAN CHRISTOPHE BORN, RAPHAËL BREMARD, THOMAS DOLIÉ, ANTONIO FIGUEROA, VIRGILE FRANNAIS, BETSABÉE HAAS, AGNIESZKA SLAWINSKA, ADRIAN STROOPER y JEANNE ZAEPFFEL

– ESTRENO EN MADRID –

PDF DEL FESTIVAL DE OTOÑO CON MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA OBRA:
FESTIVAL DE OTOÑO EN PRIMAVERA
TEATROS DEL CANAL
Fecha de la representación a la que alude la crítica:
18/05/2011

POLITICAL MOTHER, el baile de la opresión

           Photo: Gabriele Zucca

CRÍTICA

Brutal como un puñetazo en el estómago. La coreografía de Hofesh Shechter, uno de los jóvenes coreógrafos británicos más importantes en la actualidad, es un mazazo sensorial que mezcla imágenes y referencias en el crisol del escenario. Un samurai en total silencio haciéndose el harakiri. Un dictador vomitando palabras desde su atalaya. Cinco tambores tocados por militares con rostros sumidos en la oscuridad. Cinco guitarras eléctricas rugiendo desde las alturas. Doce bailarines corriendo, estremeciéndose y bailando de forma primaria. Imágenes que salen y entran desde la oscuridad hacia la luz. Prisioneros de campos de concentración. Líderes de bandas de rock vomitando su voz. Idolatría. Dominación. Presión. Amor.

Hofesh Shechter utiliza mil referencias (especialmente cinematográficas, entre otras se puede adivinar la influencia de The Wall o de las películas de Leni Riefehnstahl sobre el nazismo) para crear una obra enteramente propia. Shechter devuelve a escena el concepto de angry young man. La rugiente música, compuesta casi enteramente por él, se incrusta en el cerebro y golpea al espectador. Literalmente además, ya que está a un volumen por el que algunos tienen que cubrirse los oídos en algunos momentos.

Doce bailarines de diferentes razas se mueven en gestos desesperados a través del escenario, cambiando sus ropas (que en un principio recuerdan a otra época) hasta que gradualmente todos acaban vistiendo igual, de uniforme, volviendo después a vestir de forma diferente, pero esta vez con ropa completamente actual.

La iluminación alterna momentos de penumbra con estallidos de luz y focos que gracias al efecto del humo que inunda continuamente la escena parece que cortan el aire, facilitando así que los bailarines entren y salgan de esos espacios creados por la luz. Hay momentos rompedores (aunque de hecho creo que pasa sólo una vez) en los que lo único que hay en escena es la luz y la música de Verdi que ponen los pelos de punta. La forma en que Shechter juega con estos elementos y los contrapone con los momentos de danza frenética es admirable. Por no hablar de la culminación del espectáculo, en el que el “Both sides now” de Joni Mitchell acompaña a un momento increíblemente cinematográfico en el que los bailarines “rebobinan” hasta la primera imagen de la pieza, volviendo al samurai que vimos al principio. La pieza termina así en un grito, que es comienzo y a la vez final. Un grito hacia la muerte en el comienzo y un grito hacia la vida en el final. Un grito desesperado.

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

POLITICAL MOTHER

País: Reino Unido      Duración aproximada: 1 hora y 10 minutos (sin intermedio)

Interpretado por: HOFESH SHECHTER COMPANY Coreografía y música: HOFESH SHECHTER Instrumentos de cuerda en la banda sonora: CHRISTOPHER ALLAN chelo REBEKAH ALLAN, viola LAURA ANSTE chelo NELL CATCHPOLE, viola TIM HARRIES contrabajo ANDREW MADDICK, viola KAI WET Colaboración musical: NELL CATCHPOLE y YARON ENGLER Arreglos percusión: HOFESH SHECHTER Y YARON ENGLER Música adicional: J.S. BACH CLIFF MARTÍNEZ SERGIO MENDIS JONI MITCHELL y VERDI Iluminación: LEE CURRAN Vestuario: MERLE HENSEL  – ESTRENO EN MADRID –

WHERE THERE IS PRESSION, THERE IS FOLK DANCE

FESTIVAL DE OTOÑO EN PRIMAVERA

TEATROS DEL CANAL – SALA VERDE

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

14/05/2011

ON THE CONCEPT OF THE FACE, REGARDING THE SON OF GOD

CRÍTICA

La verdad es que se hace difícil hablar sobre esta obra. Muy difícil. Desde la maestría hasta la tomadura de pelo hay veces que existe sólo una delgada línea que atravesar, y este ON THE CONCEPT OF THE FACE, REGARDING THE SON OF GOD de Romeo Castellucci esta muy cerca de cruzarla. Muestra es la indecisión de la gente para aplaudir nada más acabar el espectáculo, con un Sergio Scarlatella con cara de circunstancia al salir a saludar. Un cara que fue cambiando a una amplia sonrisa cuando desapareció el miedo de ser abucheado al seguir aplaudiendo el público (dos veces más tuvieron que salir al escenario).

Sin duda Castellucci y su Socìetas Raffaello Sanzio quieren provocar. El que fuera uno de los enfants terribles del teatro europeo sigue intentando despertar el asombro del público por todos los medios. Y en este caso lo consigue mediante una representación hiperrealista (aunque falsamente naturalista) de la decadencia humana, en la figura de un padre, un anciano enfermo de disentería, y un hijo que durante 30 minutos en tiempo real no hace más que limpiar la mierda de su padre hasta caer en la desesperación.

La dureza viene dada tanto por lo incómodo de la situación, ya que para potenciar el efecto la obra ataca incluso al olfato del espectador (ahí se agradece que sólo dure 40 minutos), como por la tristeza que se deriva de ella. Una tristeza que los dos actores protagonistas comparten con el público de una manera escalofriante. El propio Gianni Plazzi, que interpreta al padre anciano, confiesa que más de una vez las lágrimas que se ven escena son lágrimas reales debido a que él mismo ha vivido esa situación.

Este cuadro cotidiano que queremos olvidar del día a día de mucha gente se ve acompañado de otro cuadro, una enorme representación de un cristo pintado por el renacentista Antonello de Messina, que se mantiene durante toda la obra al fondo de la escena. En palabras del propio director, la escena consta de dos ejes: el del espectador con el cristo, que observa y es observado, y el eje de la acción padre-hijo, que causa perturbaciones en el eje anterior, provocando así que algunos espectadores incluso hayan preguntado al director si la imagen del cristo es un vídeo, porque parece que su cara, su gesto, se transforma a lo largo de la representación. Es un acierto en realidad el haber escogido este retrato, ya que su misterioso gesto se puede interpretar de mil maneras posibles: triste, amable, sonriente o inquisidor, todo depende del estado de ánimo del que esté observando.

Castellucci nos presenta una dura, muy dura, imagen de la decadencia humana así como del sacrificio y de una inmensa ternura. La de un padre lloroso que no puede controlar ya ni su cuerpo y la de un hijo entregado a su cuidado. La imagen de un hijo que intenta restar importancia a una situación por la que su padre, superado por la impotencia, no hace más que pedir un perdón desesperado y culpable. Hasta que la situación les sobrepasa a los dos, y lo que era un retrato realista se convierte en un experimento sonoro y visual con el protagonismo absoluto de ese retrato del cristo de Antonello di Messina, que va mutando y resquebrajándose con misteriosas figuras humanas que se deslizan devtrás de él, hasta que aparecen las luminosas palabras YOU ARE MY SHEPHERD con un misterioso NOT que aparece sin esperarlo junto al ARE.

Es inevitable la asociación de esta estampa cotidiana que se nos relata durante la obra con el sacrificio de cristo, y la mierda chorreante (siento ser tan explícito, pero es que es así) con la sangre derramada para el perdón de los pecados. De ahí cada uno que saque sus conclusiones. Para algunos puede ser una obra completamente atea y para otros una obra esperanzadora con su base en el sentimiento religioso. De hecho ese final con la frase plantea la duda misma de la religión: ¿Tú eres mi pastor o tú no eres mi pastor? La aceptación total o el rechazo total. Ese NOT es la inclusión de la duda dentro de la religiosidad, la duda que parte de que la fe es algo increíble, el creer en algo que no se puede ver. ¿El hijo besa la imagen del cristo al final o le mancha a él también como se han tenido que manchar ellos? Ni siquiera Castellucci responde a estas preguntas, que cada espectador deberá responder por sí mismo.

 FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

ON THE CONCEPT OF THE FACE, REGARDING THE SON OF GOD

País: Italia         Duración aproximada: 40 minutos (sin intermedio)

Concepción y puesta en escena: ROMEO CASTELLUCCI Música original: SCOTT GIBBONS Intérpretes: GIANNI PLAZZI, SERGIO SCARLATELLA, DARIO BOLDRINI Y VITO MATERA Asistente de escenografía: GIACOMO STRADA Diseño de objetos: ISTVAN ZIMMERMANN Y GIOVANNA AMOROSO Técnico de sonido: MATTEO BRAGLIA Y MARCO CANALI Atrezzo: MARZIA DALFINI   – ESTRENO EN ESPAÑA –

TEATROS DEL CANAL

Fecha a la que alude la crítica:

13/05/2011


Photo by Klaus Lefebvre

RICHARD III, cuando la sangre gusta

                     Artifact © Manuel Harlan, Propeller Theatre Company

CRÍTICA

Propeller es una compañía que ya ha demostrado su valía y saber hacer en otras múltiples obras, algunas de las cuales ya hemos podido disfrutar en nuestro país (como TWELF NIGHT, o también THE COMEDY OF ERRORS, que tuve ocasión de ver hace poco en el BAM de Nueva York y que ahora está también en este Festival de Otoño, y que recomiendo encarecidamente). Y de nuevo esta groupe de sólo varones, como si en los tiempos de Shakespeare nos encontrarámos, hacen de las obras del bardo inglés una delicia saboreable en estos tiempos tan difíciles para la lírica, como dirían algunos.

El Richard III de Edward Hall es un Ricardo irónico, sangriento y musical. Un Ricardo que pese a la duración de la obra no se hace pesado en ningún momento (tal vez sólo pierde sólo un poco de fuelle antes del final, pero se le perdona) y que se disfruta como si de un episodio de la serie más de moda se tratara. En Propeller saben tranformar las obras shakespearianas en textos completamente actuales en forma y fondo (aunque las obras de Shakespeare ya sean atemporales de por sí).

Este Ricardo es como una entrega más de la saga SAW (por cierto, ¿alguien sabe por qué número van ya?). Con algo más de gusto y contenido, eso sí.  A lo que me refiero es que creo que es una obra disfrutable por absolutamente todo tipo de público (eso sí, estómagos sensibles, absténganse). La idea de situar la obra más sangrienta de Shakespeare en un matadero puede parecer evidente pero hay que hacerlo y que salga bien. La escenografía, con su juego de cortinas de plástico (sólo verlas dan escalofríos), biombos y andamiajes, se antoja simplemente perfecta para encuadrar los crímenes de este hombre dispuesto a todo por llegar a ser rey. Así como dan escalofríos también los atuendos del coro que aparece y desaparece de escena espectralmente, un vestuario compuesto por una bata que no se sabe muy bien si es de doctor de psiquiátrico o si sirve más como un delantal para evitar manchas inapropiadas de sangre. Todos ellos llevan además unas máscaras de tela blancas que dejan al descubierto únicamente boca y ojos y que recuerdan a algunas imágenes de películas terroríficas.

Este Ricardo es además un Ricardo alto, rubio y elegante que, a pesar de su joroba y cojera, nos recuerda a un asesino con clase de cualquier película. Un Ricardo con un poder de atracción tremendo y que utiliza también para buscar la complicidad con el público.  Todas las actuaciones, en especial la de Ricardo, son impecables, siendo una gozada el poder disfrutar de las palabras de Shakespeare en su versión original por unas voces así (incluidos los hombres que hacen de personajes femeninos). Así como es una delicia escuchar las canciones con las que intermitentemente se nos regala durante el transcurso de la obra, pasando por música a capella estilo años 20, música sagrada o rock con guitarra eléctrica incluida. Lo bueno es que todos estos elementos casan tan bien como en el resto de las obras de esta compañía, sin duda una de las más grandes compañías que trabajan los textos de Shakespeare en la actualidad (aunque haya otras con montajes maestros, y estoy pensando en Cheek by Jowl, que sería la cara seria de Propeller, pero cada una es maestra en su forma de hacer las cosas).

Foto: Andrew Bruce-Lockhart

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

País:  Reino Unido     Idioma: inglés (con sobretítulos en español)     Duración aproximada: 2 horas y 45 minutos (con un intermedio de 20 minutos)

RICHARD III, de William Shakespeare

Director: EDWARD HALL Diseño: MICHAEL PAVELKA Iluminación: BEN OMEROD Música: PROPELLER Arreglos y música original: JON

TRENCHARD Intérpretes: RICHARD CLOTHIER, JOHN DOUGALL, ROBERT HANDS, DOMINIC TIGHE, KELSEY BROOKFIELD, THOMAS

PADDEN, DUGALD BRUCE-LOCKHART, JON TRENCHARD, CHRIS MYLES, TONY BELL, DAVID NEWMAN, SAM SWAINSBURY, RICHARD FRAME, WAYNE CATER Gira financiada por ARTS COUNCIL ENGLAND, con el apoyo de COUTTS & CO LTD.  – ESTRENO EN MADRID –

TEATROS DEL CANAL

FECHA A LA QUE ALUDE LA CRÍTICA:

13/05/2011

SOLAS NO MÁS, a la caza de un hombre

CRÍTICA:

Otra obra que se está representando los fines de semana de mayo en una sala de teatro alternativo de Madrid, en este caso la sala Azarte, es «Solas no más». Un texto contemporáneo de Javier Daulte, Jorge Acebo y Matías Herrera dirigido por Jorge Acebo.

Se trata de una pieza que tras haber sido representada en Argentina recaló en nuestro país el año pasado en diferentes centros hasta que por fin ha llegado a una sala en la que se puede disfrutar de forma continuada durante este mes. Y la verdad es que es una alegría, porque se trata de un texto divertido a la par que crítico, con un humor muy muy negro que despierta más de una carcajada y una sonrisa cómplice que dura toda la obra. A pesar del poso amargo que deja esta crónica de dos mujeres, compañeras de un piso en la ciudad de Buenos Aires, que deciden buscar al hombre de sus sueños. Y si no es el hombre de sus sueños, por lo menos alguien que sirva para escapar de sus soledad.

Es un tema muy actual (estoy seguro de que todos conocemos a alguien desesperado por encontrar pareja, transformándose casi en una obsesión) que aquí se ve a través de una óptica humorística, pero que surge desde el humor más negro, desembocando en un tono casi cercano al esperpento en muchos momentos, con circunstancias que te despiertan una sonrisa culpable pero inevitable.

La escenografía es sencilla y funcional, puesta al servicio de los tres actores argentinos que nos regalan unos momentos de comedia frenética y oscura, mostrándonos la vida y la desesperación de estas dos mujeres que lo intentarán todo por escapar de su soledad.

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA:

Intérpretes:
Aitor Lizarribar
Eva Coscia
Natalia Moya
Autores:
Javier Daulte, Matías Herrera y Jorge Acebo
 Ayudante de Dirección
Jesús Torres
Producción
 TELON CORTO:
Carlos Castel
Carlos Tuñón
Dirección
Jorge Acebo

SALA AZARTE (Chueca)

SALOMÉ, la humanización de un mito

CRÍTICA

Se puede ver estos días en la sala TIS un versión de la obra Salomé, de Oscar Wilde. Es una sala pequeña y una compañía joven pero una apuesta interesante.

Y lo más interesante de esta versión es la adaptación que se ha hecho de la obra. En este caso no nos encontramos ni con la Salomé dúctil convencida por su madre para matar a Juan el Bautista, ni la Salomé caprichosa y lasciva de la obra de Wilde que decide pedir la cabeza del profeta al no poder tener su cuerpo, sino con una Salomé enamorada de un hombre al que en un tiempo conoció pero que ya no es el mismo. Un amor que al no poder verse correspondido le llevará a la desesperación y a la locura.

La puesta en escena es interesante, jugando en el pequeño espacio de la sala con paneles verticales, unos transparentes, otros reflectantes, que encierran a los personajes continuamente juzgados por sus propios reflejos en el círculo interior de la misma cisterna en la que se encuentra encerrado el profeta, continuamente en movimiento en el perímetro exterior. La disposición de los paneles varía desplazadapor los mismos actores en un movimiento escénico que aporta dinamismo en momentos en las que la monotonía podría hacer mella en el desarrollo de la obra.

La adaptación se mantiene fiel al difícil texto de Wilde, con ligeros cambios, como la inclusión de un prólogo entre los dos amantes al comienzo de la obra, en la que se utilizan ciertos elementos del texto que sí son de Wilde y recuperaremos en su lugar original posteriormente.

De lo más reseñable, la actuación de la pareja protagonista, completamente entregados a sus personajes, así como el trío Herodías-Herodes-Manassés, que, en un registro completamente distinto del de la pareja de enamorados, logran unas caracterizaciones exageradas, pero potentes y bastantes conseguidas. Podría ser un error esta diferencia tan brutal de registros en las actuaciones en la misma obra, pero funciona.

Y para recordar un momento: el baile de Salomé ante Herodes. Sólo por esto merecería la pena ver la obra. Éste es un punto muy delicado que podría rozar o lanzarse de lleno al ridículo, pero en absoluto sucede eso sino todo lo contrario, ya que se convierte en un momento completamente hipnótico en el que seguimos al sensual cuerpo de Salomé pero también a su mente en su tránsito hacia la desesperación.

FICHA TÉCNICA

Compañía: RQR TEATRO

Intérpretes: Ruth Carreras, Franco Méndez, Iñaki Díaz, Enrique Sebastián, Omar Azmi, Fran Gómez, Carla Pastor, Juan Carlos Reina, Samad Madkouri, Nuria Landete y Eva Chocrón
Dirección y adaptación: David Barrocal y Maite Pérez Astorga

SALA TIS (C/Primavera 11, Lavapiés)

Foto: Luis Alda