ELEUTERIO, HISTORIA DE UN HOMBRE LIBRE, de Nacho y José Marraco.


cartel_eleuterio(Esta crítica fue publicada en la web de cultura Notodo.com con motivo del estreno de Eleuterio, historia de un hombre libre en el Teatro del Barrio de Madrid. Un acercamiento poético y emocionante a la figura de El Lute. Para más información podéis hacer clic aquí y ver la reseña en la web de Notodo.)

ELEUTERIO, HISTORIA DE UN HOMBRE LIBRE. crítica por Miguel Gabaldón

«Eleuterio me llamaron cuando llegué a este mundo en un chabola mugrienta y destartalada. Eleuterio Sánchez Rodríguez me llamo. Y mi madre decía que me parió para vivir cien años…» Cien años no se sabe, pero cien vidas, seguro. Eleuterio Sánchez, antes conocido como El Lute, es una de las figuras esenciales de la cultura popular española, héroe-delincuente antifranquista, símbolo de la lucha contra la opresión y la ignorancia, escritor, abogado, figura protagonista de películas, canciones y ahora de una obra de teatro: Eleuterio. Historia de un hombre libre. El montaje, que se puede ver en el Teatro del Barrio, es un monólogo (roto por un par de intervenciones externas), ubicado temporalmente el primer día de la salida de la cárcel de El Lute y articulado en torno a sus recuerdos, experiencias y reflexiones.

Nacho Marraco dirige el texto de su hermano José Marraco con una puesta en escena ejemplar, delicada y sutil para hablar sobre las duras experiencias de este hombre. Sus sufrimientos, la injusta encarcelación al aplicársele la Ley de vagos y maleantes por el robo de una gallina, sus huidas de la cárcel, el hambre (siempre el hambre), cómo aprendió a leer en prisión y se sacó la carrera de derecho… Todo historias de superación con ansias de libertad. Pero es que además la absoluta crudeza de las vivencias de Eleuterio Sánchez se ve compensada con una poética que no se esperaría de un montaje con esta base, y eleva el espectáculo más allá del testimonio (que ya tendría un valor intrínseco importante) para crear una bellísima y emocionante composición teatral. La conjunción de puesta en escena (mágnífica iluminación, por cierto) y el texto consiguen trasportarle a uno al interior de la mente de esta figura esencial de la historia del s.XX española. En este poético y casi onírico aspecto la parte relacionada con Lucía (Sandra Gumuzzio), el primer amor de Eleuterio, está tratada de una manera que eriza la piel de la emoción. Sólo el inicio, con la imagen del protagonista detrás de unas cuerdas asemejando barrotes y esa luna que se ilumina casi imperceptiblemente ilustraría el tono del espectáculo. Un espectáculo acompañado además en directo por un guitarrista, Luis Callejón, que aporta una ambientación sonora perfecta para crear las atmósferas y las emociones deseadas. Pero las historias acerca de las injusticias vividas por este merchero (que no vamos a relatar ahora porque os cansaríais de leer, y además para eso están sus libros) debían tener un intérprete capaz de hacer suyo el personaje y transmitir la desesperación y el extraordinario ser que hay detrás. Y Luis Callejo da una lección de interpretación, sosteniendo prácticamente él solo el espectáculo sin que en ningún momento se pierda el interés, una caracterización acertadísima en gestos y coletillas, poniendo emoción, humor o rabia en los momentos necesarios. Interpretación extraordinaria la de Callejo que no hay que perderse. Todo eso teniendo en cuenta la dificultad que entraña enfrentarse a un personaje vivo, que te está juzgando desde la primera fila. Pero no hay duda de que el propio Eleuterio Sánchez está conforme con el resultado. No hacía ni falta que lo comentara en un coloquio posterior a la función (como hizo). Sólo había que fijarse en él durante el espectáculo para saber que con Eleuterio. Historia de un hombre libre han conseguido algo especial que le toca muy dentro. Un montaje necesario acerca de la lucha por la libertad. Y es que “un hombre no es un hombre si no es un hombre libre».

M.G.

Deja un comentario