LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JUDAS ISCARIOTE, una experiencia (religiosa) única

 

Para leer la crítica sobre el espectáculo “Los últimos días de Judas Iscariote” que se representa en el Matadero de Madrid, remito a mi reseña publicada en la web de cultura NOTODO.COM, que se puede encontrar en el siguiente link:

 

http://www.notodo.com/escena/teatro_contemporaneo/3353_los_ltimos_das_de_matadero_madrid.html

Theatre for the People representa en el Matadero el drama teológico Los últimos días de Judas Iscariote

Entre el cielo y el infierno existe otro lugar. Este mismo lugar. Su nombre es Esperanza. Y se encuentra en el centro del Purgatorio. Estas son las palabras que reciben al espectador repitiéndose cual mantra una y otra vez mientras entra en sala del Matadero donde se representa el espectáculo Los últimos días de Judas Iscariote. Una mujer espera en la oscuridad, observando atentamente mientras el público toma asiento. A continuación habla: Ningún padre debería ver morir a su hijo. Es la madre del traidor más conocido de la historia. Y así comienza este juicio a Judas, un espectáculo brutal de una excepcional calidad y riesgo. La compañía Theatre for the Peopleha conseguido poner en pie el magnífico texto de Stephen Adly Guirguis, estrenado por primera vez hace siete años en el Off Broadway neoyorquino, con una fuerza y una puesta en escena fantásticas que hacen de ésta una experiencia teatral única. Porque son muchos los méritos que posee. En primer lugar, pocas veces se puede disfrutar de un espacio escénico tan bien aprovechado como en esta ocasión. La sala, desnuda por completo, con su estructura y entradas y salidas a la vista se convierte en una inmensa corte en la que tenemos a la abogada defensora a la derecha, al fiscal a la izquierda y al juez en las alturas a la espalda de los espectadores. Los testigos irán pasando uno a uno (alguno mediante proyecciones) delante del espectador, que se sitúa inmerso en el centro del proceso. Por lo que a la postre se convierte en el jurado de tan polémico proceso. La concepción escénica del espectáculo es desde todo punto sobresaliente. La iluminación (acompañada por la perfecta ambientación sonora y vestuario) se erige en un elemento decisivo y convierte en espectacular el desmesurado espacio desnudo del Matadero, ideal para esta representación, con una continua mutación atmosférica que impresiona por su la majestuosidad de su sencillez. Porque el impresionante vacío escénico hace de éste un espectáculo deslumbrante y sobrecogedor. Lo curioso es que el local de Malasaña desde el que viene esta puesta en escena por lo visto no tenía más de treinta metros cuadrados. Nada que ver con este nuevo espacio. Pero desde luego le han sacado partido, porque no me cansaré de repetir que no he visto un espectáculo que aproveche las posibilidades de una sala como se hace en éste que nos ocupa.
Aunque lo que sí tenían ya era el magnífico texto y actores. Poco a poco van desfilando ante nosotros personajes tan dispares como Sigmund Freud, María Magdalena, la madre Teresa de Calcuta o el mismísimo Satánvestido de un blanco impoluto para prestar declaración. Pero asimismo para ser juzgados sin pretenderlo. Porque al igual que se pone encima de la mesa la inocencia de Judas, también se plantea el reverso de todos los personajes que van ejerciendo de testigos. Historias bíblicas, filosofía humanista, comedia callejera y drama teológico se revuelven de forma extremadamente potente en una función difícil de olvidar. El director Adán Blacky su compañía Theatre for the People juegan con el espectador de forma magistral logrando que no se pierda el interés en ningún momento durante las más de dos horas que dura la función. Y el elenco, un grupo de actores excepcional ofrece un trabajo simplemente espléndido, dotando a sus conocidos personajes de un tinte canallesco y actual. El drama religioso se viste de comedia (negra en muchos momentos) durante gran parte de la función y arranca carcajadas que hacen más amena a la par que efectiva la reflexión. El único pero podría ser la inclusión de algunos localismos que, aunque también eficaces, chirrían ligeramente en la magia que desprende el conjunto. Pero sin duda es un mal menor. Porque también nos encontramos con momentos de una belleza absolutamente sobrecogedora. Por las características de esta representación se podría afirmar que nos encontramos ante algo realmente especial. Un espectáculo que no quiere arremeter gratuitamente contra las creencias de nadie como podría parecer, sino en todo caso replantearlas. Estudiar la compleja figura del traidor más conocido de la historia. Comprender cómo cayó en esa desesperación que le llevó a dar el beso mortal. Apoyar o no la condonación de la pena ya que, como se dice en la obra, el amor de Dios es para la última de sus criaturas. Y Judas es la última de sus criaturas. Un Jesús doliente presente hasta en los lugares más insospechados. Un Judas colgado boca abajo en el infierno llorando sangre, catatónico y carcomido por el dolor y el arrepentimiento. Una abogada que confiesa que no sabe si cree o no en Dios (a pesar de enarbolar un documento firmado por él mismo). Un fiscal egipcio zalamero. Un Poncio Pilatos chulesco. Un San Pedro obsesionado por los peces y por los hombres, en más de un sentido. Una Santa Mónica ordinaria y pesada. Un Satán de resaca. Si duda es un espectáculo digno de ver. Y no pretende la polémica barata (aunque tampoco es para todos los públicos, dado que no está exento de riesgo). De verdad, no perdáis la ocasión de acudir a este juicio a Judas para poder dictar vuestro veredicto.

Los últimos días de…
+ INFO

Nombre del montaje: Los últimos días de Judas Iscariote

Disciplina: Teatro contemporáneo

Director: Adán Black

Autor: Stephen Adly Guirguis

Adaptaci�n: Adán Black

Reparto: Joaquín Abad, Alfonso Begara, Alberto Berzal, Inma Cuevas, Israel Frías, Alex Molero, MAria Morales, Esther Ortega, Eleazar Ortiz, Luis Rallo

Espacio Sonoro: Javier Almela
Diseño de iluminación y escenografía: Javier Ruiz de Alegría
Ayudante de dirección: Teresa Rivera
Diseño de vestuario y utilería: Carlos Aparicio
Compañía: Theatre for the People

D�nde: Naves del Español. Matadero

Direcci�n: Paseo de la Chopera, 14. Madrid

Hasta: 08. 04

Horario: De martes a sábado 20h. Domingos 18h.

Precio: 22 €. Martes y miércoles 16 €

Venta de entradas: www.telentrada.com

EXTRAÑO ANUNCIO, de Adolfo Marsillach

 

Para leer la crítica sobre el espectáculo “Extraño anuncio” que se representa en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, remito a mi reseña publicada en la web de cultura NOTODO.COM, que se puede encontrar en el siguiente link:

 

http://www.notodo.com/escena/teatro_contemporaneo/3341_extrao_anuncio_teatro_valleincln_madrid.html#

El Teatro Valle-Inclán acoge Extraño anuncio, un texto inédito de Adolfo Marsillach

Extraño anuncio quisiera llegar a convertirse en una sorprendida investigación sobre la inconsistencia de la realidad; un juego –conviene insistir en esta palabra- en el límite entre lo que ha ocurrido, lo que ocurre y lo que ocurrirá. Estas son palabras del propio Adolfo Marsillach sobre esta obra que se está representando en el Teatro Valle-Inclán de Madrid. Un texto inédito sobre los escenarios que se ha escogido para rendirle homenaje en el décimo aniversario de la muerte de este grande de la escena española. Su viuda Mercedes Lezcano dirige esta intrigante pieza a medio camino entre el costumbrismo y la reflexión filosófica en un juego de sueños y realidades alternativas en el que se llega a la duda entre si estamos vivos o muertos. El comienzo, que bien podría tratarse de una comedia escrita por Jardiel Poncela o Edgar Neville, plantea un muy interesante punto de partida: un hombre recibe varias visitas en su hogar que afirman que está muerto. Su mujer es quien les comentó la noticia, llegando incluso a publicar un anuncio en el periódico para alquilar o vender la casa debido a este motivo. El protagonista intenta convencerles de que está vivo, pero no las tiene todas consigo.

Poco a poco, desde la comedia costumbrista el texto de Marsillach irá pasando por los ya mencionados autores en el comienzo hasta Beckett o Pinter, incluso llegando a rozar la física cuántica y las realidades alternativas si nos ponemos. El caso es que, a pesar de ser un punto de partida realmente interesante y sugerente, el tratamiento no llega a convencer. Después de una dinámica escena inicial de comedia, el espectáculo se torna irregular y la puesta en escena no llega ni a conseguir el dinamismo que se podría esperar con ese tratamiento cómico y superficial desde el que se ha enfocado, ni llega a ser lo suficientemente sugerente y atmosférica como se pretende en algún momento con un par de juegos de luces y proyecciones. Es una apuesta escénica que se queda un poco en terreno de nadie, y que tal vez debería de haber sido más contundente para que tal texto con su paso de la comedia al existencialismo llegara con toda su potencia al espectador. Y eso que el elenco actoral funciona bien. Los secundarios, una inquietante Mónica Aragón que llega para alquilar el piso, un divertido Pepe Carabias cobrador de la funeraria que supuestamente ha enterrado al protagonista, y Óscar Olmeda y Kiko Sánchez como los operarios de la empresa de mudanzas, están muy correctos. Con una marcada caracterización que les separa adecuadamente de los dos personajes principales. Manuel Galiana es un magnífico y atribulado López de Alonso, el protagonista que llega a dudar de su propia existencia, y la estupenda Ana María Barbanyimpregna al personaje de su mujer de una ternura y naturalidad maravillosas. Sin embargo no basta para que el público no se quede con una sensación agridulce sin saber muy bien si ha asistido a una extraña comedia costumbrista o a una reflexión filosófica equivocada de tono.

+ INFO

Nombre del montaje: Extraño anuncio

Disciplina: teatro contemporáneo

Director: Mercedes Lezcano

Autor: Adolfo Marsillach

Reparto: Manuel Galiana, Ana María Barbany, Mónica Aragón, José Carabias, Óscar Olmeda, Kiko Sánchez

Escenografía y pintura original: Javier Aoiz
Vestuario: Ana Lezcano
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Audiovisuales y animación: Kike de la Peña

D�nde: Teatro Valle-Inclán. Sala Francisco Nieva

Direcci�n: Plaza de Lavapiés, s/n. Madrid

Hasta: 29.04

Horario: De martes a sábado a las 19h. Domingos a las 18h.

Precio: 15€. Día del espectador reducción del 50%

Venta de entradas: www.servicaixa.com

C(H)OEURS, revolución en el Teatro Real

Para leer la crítica sobre el espectáculo “C(h)oeurs” que se representa en el Teatro Real de Madrid, remito a mi reseña publicada en la web de cultura NOTODO.COM, que se puede encontrar en el siguiente link:

http://www.notodo.com/escena/danza_contemporanea/3333_choeurs_teatro_real_madrid.html#.T2XRfCiNos0.facebook

El Teatro Real estrena revolución con el polémico montaje C(h)oeurs

¿Qué soy yo? ¿Y qué sois vosotros? Son unas frases que escuchamos de voz de Marguerite Duras en una grabación que se repite varias veces a lo largo de este espectáculo a caballo entre la performance, la danza contemporánea y la música clásica. El individuo y la masa, el 15-M, la primavera árabe, los ocupas de Wall Street… Lo racional y lo emocional, el coro y el corazón. Todo ello es la base de este C(h)oeurs que se representa en el Teatro Real de Madrid. Gerard Mortier, el actual director del Real, está intentando acercar este coliseo a otro tipo de público con espectáculos no ortodoxos, más o menos rompedores y polémicos que le están granjeando partidarios y detractores a partes iguales. Y este C(h)oeurs (con su doble lectura: corazones si se le quita la h, coros si se mantiene), es una de las apuestas directas para llegar a un espectador más joven junto con el Life and death of Marina Abramovic que se podrá ver el mes que viene, un espectáculo de Robert Wilson con figuras de la talla de Willem Dafoe o el Antony de Antony and the Johnsons (para que os hagáis una idea). Una iniciativa en la que además se rebaja el precio usual de las entradas para hacerlo ligeramente más asequible. Porque reconozcamos que el Real no es apto para todos los bolsillos (la mejor opción en estos tiempos de crisis para los jóvenes sigue siendo la taquilla de último minuto, para quien no lo sepa que lo tenga en cuenta). Cierto es que no es normal ver reseñado un espectáculo del Teatro Real por estos parajes, pero la ocasión lo merece.

C(h)oeurs es un espectáculo que puede gustar o no, pero sin duda es llamativo y arriesgado. Textos de los escritores Marguerite Duras, Jonathan Littell o influencias de filósofos como el esloveno Slavoj Zizek se alternan con algunas de las piezas más famosas de Wagner y Verdi, arropados por la orquesta del Teatro Real, un coro de 72 personas y un espasmódico grupo de 10 bailarines. Alain Platel, artífice del espectáculo, denomina como la belleza de lo feo al lenguaje de movimientos que utiliza su compañía, Les ballets C de la B. Movimientos histéricos e impulsivos, temblores incontrolables que acosan al individuo, el bailarín, que se erige en animal descoyuntado, lanzando gritos sordos, denuncias estertóreas que se alzan después en las voces del coro, la masa, el grupo que se revuelve con el individuo, que lo fagocita, lo desafía y se identifica con él. Este proyecto surge con las convulsiones de la sociedad actual. De las revoluciones que han ido brotando a lo largo y ancho del planeta en estos últimos tiempos. ¿El espíritu del 15-M en el Real? Puede parecer extraño, fuera de lugar o incluso una paradoja (para algunos incluso seguro que un insulto) pero eso es lo que se pretende con este espectáculo. La democratización de la cultura o la cultura de la democracia. De cualquier manera, es positivo (y llamativo) que se planteen reflexiones diferentes en espacios que no suelen acogerlas. Un escenario desnudo sirve de base para esta revolución sobre las tablas, que apela a lo cerebral y a lo emocional por partes iguales. Sin escenografía, lo único que queda es el ser humano. Sus movimientos y sus voces. Los diez bailarines, en una labor tremenda y agotadora, trazan unas coreografías que evitan las plasticidad de lo normalmente denominado bello para remover al espectador. Una personaje en apariencia sin cabeza ni brazos recibe al espectador al comienzo del espectáculo mientras suena el Dies Irae de Verdi. Una figura inquietante que poco a poco se va transformando mientras aparecen el resto de los bailarines. A partir de ese momento no dejarán la escena en un trabajo experimental del que ellos son también creadores junto con Platel, que por momentos recuerda en ciertos detalles a las piezas de la desaparecida Pina Bausch o a las figuras imposibles y aleatorias del coreógrafo Wayne McGregor. Un trabajo que se metamorfosea con el espléndido trabajo del coro. El trabajo del Coro Titular del Teatro Real dirigido por Andrés Máspero es absolutamente espectacular. Con todas las letras. No ya sólo a nivel vocal, ya que es impresionante escuchar la conjunción con la magnífica orquesta dirigida por Marc Piollet, sino porque además de cantar, bailan y actúan. Y ver a un grupo de personas de tal magnitud con esa compenetración y entrega es absolutamente extraordinario. Aquí radica la fuerza del espectáculo y es lo que lo hace único. No sé cómo habrá sido el trabajo con Platel y Máspero, pero desde luego se nota que ha habido una labor de implicación, con una energía arrolladora que no se ha visto en otros espectáculos (pienso en la segunda parte de la Iolanta/Perséphone de Peter Sellars, uno de los últimos espectáculos del Real,también con presencia continua del coro y asimismo con coreografía, pero que no se puede ni comparar). La masa es una masa imponente, pero sin abandonar la personalidad e individualidad de cada uno de los miembros que la componen. Que es la esencia del espectáculo. La confrontación del individuo con el grupo y la dialéctica entre ambos. La unidad y lo íntimo (el corazón), y el grupo y lo público (el coro). Las respuestas a las cuestiones que plantea el espectáculo aparecen en forma de movimiento. Una coreografía social que impacta y llega hasta lo más profundo. El espectáculo, a la fin, se transforma sin duda asimismo en un merecido homenaje a esta figura del coro.

Se comenta que éste puede ser el estreno más polémico que ha habido en el Teatro Real. La mezcla de los espasmos de los bailarines con los audios de consignas políticas sacadas del 15-M y pancartas enarboladas por el coro revueltas con Verdi y Wagner parece que ha indignado a más de uno. Tal vez se puede considerar oportunista, en algunos momentos panfletario y algo irregular. Eso es cierto. Pero también posee momentos realmente extraordinarios. Al terminar la función, los abucheos y la gente huyendo del patio de butacas se confundían con los bravos y los aplausos enfervorizados. Yo fui de los que me levanté y aplaudí. Podía haberlo hecho sólo para llevar la contraria a la sociedad bienpensante, también es cierto. Pero sinceramente, creo que este C(h)oeurs se merece los aplausos. Aunque también es comprensible que haya gente a la que no le entusiasme… La polémica y la revolución en ocasiones son necesarias.

+ INFO

Nombre del montaje: C(h)oeurs

Disciplina: Danza contemporánea

Director: Alain Platel

Autor: Giuseppe Verdi y Richard Wagner

Director musical: Marc Piollet
Coreógrafo y escenógrafo: Alain Platel
Dramaturga: Hildegard de Vuyst
Dramaturgo musical: Jan Vandehowe
Música adicional y paisajes sonoros: Steven Prengels
Figurinista: Dorine Demuynck
Iluminador: Carlo Bourguignon
Diseñador de sonido: Bart Uyttersprot
Nueva producción del Teatro Real
coproducción con les ballets C de la B

D�nde: Teatro Real

Direcci�n: Plaza de Oriente, s/n. Madrid

Hasta: 26.03

Horario: 20h. Domingos a las 18h.

Precio: De 7 a 90 €. Taquilla último minuto para menores de 30 años reducción del 90%.

Venta de entradas: www.generaltickets.com

ANTES TE GUSTABA LA LLUVIA, dirigida por Miguel Ángel Solá. El sufrimiento es más adictivo que los somníferos.

Para leer la crítica sobre el espectáculo “Antes te gustaba la lluvia” que se representa en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, remito a mi reseña publicada en la web de cultura NOTODO.COM, que se puede encontrar en el siguiente link:

http://www.notodo.com/escena/teatro_contemporaneo/3323_antes_te_gustaba_la_teatro_fernn_gmez_madrid.html#.T2HeHAQ7rJo.facebook

Miguel Ángel Solá se pasa a la dirección con la obra de teatro Antes te gustaba la lluvia

Es la historia de una pareja que perdió a su hijo. Que después se perdieron a sí mismos. Y que por último se perdieron el uno al otro. Así define el personaje que interpreta Sergio Otegui la historia con su antigua mujer, Blanca Oteyza, en Antes te gustaba la lluvia. Una obra de la holandesa Lot Vekemans que se estrenó ayer en la Sala Dos del Teatro Fernán Gómez de Madrid, con Miguel Ángel Solá dejando al actor a un lado y poniéndose en el lugar del director. Un espectáculo íntimo, sobre las diferentes visiones de afrontar la desgracia de dos personas que antes eran todo el uno para el otro y ahora se reencuentran después de doce años sin saber qué ha sido de sus vidas. El lugar del reencuentro: una aséptica sala de cemento con una ventana, un par de bancos de hormigón y una mesa con una máquina de café y otra de agua. Una sala que pertenece al cementerio donde se encuentra enterrado su hijo Jacobo. El motivo: una carta que se ha recibido para hablar del tema de un posible cambio de lugar de descanso del pequeño. Ahí tendrá lugar el enfrentamiento y el acercamiento entre ella y él. Ahí se podrán decir todo lo que no pudieron hablar en su momento. Y que sólo ahora pueden expresar.

Gran parte del equipo de los éxitos de Hoy: el diario de Adán y Eva y Por el placer de volver a verla vuelven a reunirse para regalarnos otro espectáculo en el que lo más importante son los sentimientos. Miguel Ángel Soládecide otorgar el protagonismo al texto y a los actores, con una sencilla puesta en escena. En ella los intérpretes se desplazan continuamente sobre el minimalista espacio, en un dinámico juego que evita el estatismo que podría aquejar a un espectáculo de esta índole. Sergio Otegui logra dibujar, en ese personaje del padre que ha podido encontrar la manera de seguir adelante, un carácter cercano, sencillo y humano que funciona muy bien. Sobre todo en detalles, en gestos y frases cotidianos. Mientras que Blanca Oteyza establece desde el primer momento un personaje antagónico, lleno de tensión casi permanente, que no se permite olvidar el pasado ni dejar de sufrir. Y que funciona a la perfección en los instantes de mayor calado dramático. El espacio de la sala pequeña del Fernán Gómez se antoja perfecto para una obra de estas características, ya que se puede distinguir hasta el brillo de la emoción en los ojos de la pareja de intérpretes. Lo cual crea una ambiente íntimo y tremendamente cercano que beneficia a la obra. Aunque implique un ejercicio de esfuerzo extra para los actores, a nivel de reducción y cambio de proyección en voz y movimientos, como ellos mismos comentaron en la rueda de prensa. Tal vez se note esto ligeramente más en Blanca Oteyza, que maneja una voz y unos gestos algo más marcados para la gran escena. Pero hay que tener en cuenta que ha sido el estreno en esta sala y todavía tienen que adaptarse al espacio. Pero dejando aparte estos detalles, hay que reconocer que ambos regalan al espectador momentos de auténtica emoción. Instantes de dolorosa realidad con golpes que congelan el tiempo (hay un par de momentos escalofriantes de Blanca Oteyza) a la vez que destellos de cotidianeidad que permiten la identificación del espectador con esa incomunicación, hasta llegar incluso a la risa. Que hacen desear poder recoger y reconstruir los restos del naufragio de esta pareja. Antes te gustaba la lluvia es una obra sencilla y cercana, en la que, sobre todo, no se juzga a los personajes. Que en ocasiones bordea la sensiblería, pero afortunadamente nunca llega a tocarla. Y dolorosa, a la vez que esperanzadora.

+ INFO

Nombre del montaje: Antes te gustaba la lluvia

Disciplina: teatro contemporáneo

Director: Miguel Ángel Solá

Autor: Lot Vekemans

Reparto: Blanca Oteyza, Sergio Otegui

Escenografía: Miguel García de Oteyza
Diseño de luces: Daniel Bosio
Diseño de sonido: Carlos Fernández Tablada
Producción: Loquibandia Concha Busto Producción y Distribución, S.L.

D�nde: Teatro Fernán Gómez

Direcci�n: Plaza de Colón, 4. Madrid

Hasta: 12. 04

Horario: De martes a sábado 20.30h. Domingos 19.30h.

Precio: 16 €. Martes y miércoles: 13 €

Venta de entradas: www.telentrada.com

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO, Wilde en La Usina

«Una comedia frívola para gente seria». Así es como Oscar Wilde presenta su obra «La importancia de llamarse Ernesto». Un texto que podremos disfrutar todos los sábados de este mes de marzo en La Usina de la mano de la compañía El Octavo Arte.

La historia de Juan y Archibaldo en una lucha continua por hacerse con la personalidad ficticia de Ernesto (nombre que causa furor entre las mujeres) deja al descubierto la fragilidad de las convenciones sociales y se convierte en una de las comedias más famosas del genial Oscar Wilde. Aunque el juego de palabras del título no tenga la misma efectividad que en inglés, («The importance of being Earnest» es el título original, significando «earnest» serio o franco, algo que aporta un doble sentido al nombre de «Ernest» que utilizan los personajes, pero que en castellano resulta imposible de aprovechar), igualmente el texto de Wilde sigue destilando acidez destapando las hipocresías de la sociedad de cualquier época.

En este caso la joven compañía El Octavo Arte opta por una puesta en escena sencilla y un respeto por el texto y su contexto que hacen de estas representaciones en La Usina una buena oportunidad para aquellos que no hayan tenido la ocasión de disfrutar con anterioridad de esta dinámica pieza de enredos y desenredos de Oscar Wilde.

ARGUMENTO


Dos hombres, dos caras, dos cruces, dos vidas y dos nombres. Archibaldo en la ciudad… Ernesto en el campo; Juan en el campo, Ernesto en la ciudad.
Dos mujeres, Cecilia en el campo y Gwendolin en la ciudad. Una madre exigente, una institutriz con un secreto, dos sirvientes diferentes aunque parecidos, un cura enamorado…
Toda la prosa de Óscar Wilde en bandeja de plata. Un texto irónico y sutil, una comedia inteligente, divertida y amena. Una invitación a la lírica dicha, a la verborrea más mordaz rodeada de una puesta en escena simplista y convincente.
 
             
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

REPARTO

JUAN WORTHING: Héctor Atienza.
ARCHIBALDO MONCRIEFF: Manue Rivas.
GWENDOLIN FAIRFAX: María Gallardo.
CECILIA CARDEW: Rocio Saro Marqués.
LADY BRACKNELL: Elena Lopez.
MISS PRIMS: Silvia Lainez.
DOCTOR SMITH: David Rama.
LANE: Daniel Peña.
MERRIMAN: Daniel Peña.

DIRECCIÓN: Ana Chávarri.
PRODUCCIÓN: Gaspar Saro.

SALA LA USINA. C/PALOS DE LA FRONTERA 4, MADRID

Entradas

12 euros

Funciones

Sábados 3, 10, 17, 24 y 31 de marzo a las 20:00

DESAPARECER, Poe entre la niebla

 

CRÍTICA

La niebla invade el patio de butacas y las notas de piano de Maika Makovski se derraman sobre los espectadores de las primeras filas, subiendo después hasta las alturas del anfiteatro en una nube bajo la que todo desaparece. Desde el escenario hasta casi uno mismo. Calixto Bieito decide envolver así los poemas y relatos de Edgar Allan Poe y ponerlos en la voz de Juan Echanove. Una voz profunda y potente, o desvalida y desgarrada según la ocasión lo merezca, al igual que los quiebros musicales de la cantante y compositora Maika Makovski, que aporta una banda sonora etérea e inquietante apoyando los textos de Poe con composiciones musicales propias elaboradas para la ocasión que encajan a la perfección con los textos de este maestro de la poética del horror y la desolación.

El asimétrico escenario, con tragaluces a los laterales que se alternan en la iluminación fantasmagórica con otros elementos, como unos focos a los pies del escenario que crean borrosas imágenes, es el desnudo lugar sobre el que se desplazan fantasmagóricamente Echanove, Maikovski y la perenne niebla que les acompaña en este espectáculo, que más que una obra de teatro en sí es un recital-concierto con una atmosférica propuesta escénica en el que se alterna el recitado de Echanove con las canciones de Makovski. Echanove (que ya coincidió con Bieito en la fantástica «Plataforma» de Michel Houllebecq) va creciendo a lo largo del espectáculo, convirtiéndose en un verdadero titán de la declamación en El gato negro y El cuervo, dejándose la piel y el alma en estos textos. A su vez, la música, la voz (que recuerda por momentos a Tori Amos o Kate Bush) y la increíble elegancia de Makovski al piano, a la percusión o deslizándose lentamente por el escenario son prácticamente hipnóticas y se establecen como uno de los grandes logros de este espectáculo. Un espectáculo al que, por otra parte, hay que asistir con un determinado estado de ánimo y poder de concentración, ya que se trata de una representación especial y no apta para todos los públicos. También hay que reconocer que la puesta en escena de Bieito tiene sus momentos de flaqueza, pero compensados por otros hipnóticos y tremendamente evocadores. Sin duda una propuesta y experiencia especiales para desaparecer dentro de la niebla, la música y los textos de Poe.

 

 

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

DESAPARECER
Director: Calixto Bieito
Autor: Edgar Allan Poe
Adaptación: Calixto Bieito
Reparto: Juan Echanove y Maika Makovski
Traducción: Julio Cortázar
Música original: Maika Makovski
Escenografía: Aida Guardia
Iluminación: Calixto Bieito y Txema Orriols
Vestuario: Marian Coromina
Espacio sonoro: Jordi Ballbé
Carecterización: Toni Santos
Producción: Grec 2011 Festival de Barcelona y Teatre Romea

Duración: 75 minutos

TEATRO DE LA LATINA, MADRID

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

09/03/2012

 

GROOMING, Alicia en el país de las perversiones

CRÍTICA

Sobre el banco de un parque una chica parece descansar acurrucada. Sin que se despierte, vemos cómo un conejo vestido de traje se le acerca. Ésta es la primera escena de Grooming. Después de un fundido a negro, veremos a Antonio de la Torre en el banco y a Nausicaa Bonnin bajando por una escalerilla a ese parque «que no es un parque». Los dos personajes han quedado por internet, aunque parece que De la Torre ha engañado a la chica, haciendo aparentar por el messenger que tenía 16 años. A partir de ese momento se establece un juego de dominio entre los dos personajes que irá evolucionando de forma imprevisible.

Grooming es el anglicismo que se utiliza para denominar el acoso cibernético a menores, tema sobre el que habla (entre otras cosas) la obra. Y ése es el título de del autor Paco Bezerra para su primera obra que es estrenada, dirigida por José Luis Gómez en el Teatro de la Abadía de Madrid. Un texto en el que se mezcla la denuncia social con un tono de thriller y una atmósfera impregnada de surrealismo con referencias a Alicia en el País de las Maravillas o a Alfred Hitchcock. Interesante es la referencia en la que se habla del Cary Grant de Con la muerte en los talones y el James Stewart de La ventana indiscreta explicando la teoría de que en realidad son los dos uno: el trasunto de Hitchcock. Uno lo que le gustaría ser al director y otro lo que realmente era, con lo cual vemos así el concepto del juego en la obra con las personalidades y las apariencias.

José Luis Gómez dirige este texto magníficamente, con una puesta en escena sencilla pero  inquietante apoyada en la escenografía, iluminación, vestuario y diseño de sonido, así como en un par de proyecciones, creando un ambiente que recuerda vagamente a una pesadilla.»Esto es un parque», reza la frase escrita en tiza situada a uno de los lados del escenario cubierto de césped. Frase que luego mutará a «Esto NO es un parque». Algo que ya dice bastante de los juegos de esta obra. Unos juegos que desarrollan Antonio de la Torre y Nausicaa Bonnin de forma magnífica. De la Torre dota a su personaje de un carácter por momentos cómico a la vez que profundamente desagradable, mientras que la interpretación de Bonnín, que al principio puede tener rasgos y comportamientos que resultan algo chocantes y no llegan a comprenderse del todo (algo que tiene explicación después), va creciendo a lo largo de la obra según se van sucediendo los puntos de giro. Unos puntos de giro extraños y sorprendentes que atrapan en todo momento la atención del espectador,  que se ha introducido como esta Alicia moderna en una madriguera bastante más oscura que la de Carroll, repleta de mentiras, engaños y perversiones, en la que nada es lo que parece.

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

Reparto

Nausicaa Bonnín
Antonio de la Torre

Ficha artística

Texto Paco Bezerra
Dirección y espacio escénico José Luis Gómez
Diseño de iluminación Juan Gómez-Cornejo (AAI)
Diseño de vestuario Ana López
Diseño de sonido Luis Miguel Cobo
Diseño de vídeo Alfonso Nieto
Ayudante de dirección Carlota Ferrer

TEATRO DE LA ABADÍA, MADRID

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

08/03/2012

LA CLEMENZA DI TITO, Mozart en blanco

CRÍTICA

Un salón en blanco despojado de elementos aloja a los personajes de «La clemenza di Tito», en este montaje del matrimonio Herrmann que ha transitado durante más de treinta años por los escenarios del mundo y que Gerard Mortier ha decidido traer al Real, ya que se trata de uno de sus montajes fetiche. Mozart pone música en este caso a una historia que habla sobre el poder y los motivos de la traición.

Es ésta una ópera que a mi parecer no llega a alcanzar las cotas de otros ejemplos que hemos podido ver esta temporada, aunque logra un unánime aplauso del público, pero no un entusiasmo feroz. Tal vez el montaje (aunque de un indudable esteticismo) ya no logra el efecto que tuvo en su momento dado que se han podido ver escenografías si no similares si con un concepto parecido. Tal vez la historia no llega a emocionar. Tal vez no llega a las cotas musicales de otras óperas de Mozart (durante el s. XX se ha considerado ligeramente de segunda a esta pieza). El caso es que hemos podido disfrutar de un espectáculo muy digno, pero no emocionante. Eso sí, a nivel interpretativo hay dos protagonistas que realmente merecen un punto y aparte. Por un lado el Sesto de Kate Aldrich, cantante tremendamente expresiva que logró llenar el escenario en sus complejas apariciones, y por otro la maravillosa Vitelia de la soprano Amanda Majeski. Aparte de lo vocal (cierto que resultaba algo extraña en los graves), esta cantante posee una presencia escénica absolutamente fantástica. Su pelo rojo,su palidez, su belleza y frialdad en en comienzo y su evolución hacia el arrepentimiento final hacían que los ojos no se pudieran despegar de esa elegante figura. Una figura con hechuras de gran diva a seguir muy de cerca, desde luego. Yann Beuron (al que ya pudimos ver en Pélleas et Mélisande) defendió bien a su Tito, al igual que los secundarios Serena Malfi y Guido Loconsolo. Entre estos secundarios hay que destacar también a una encantadora Servilia interpretada por Maria Savastano, bajita y pizpireta, carácter acentuado por su vestuario. Un vestuario que en general compagina elementos más modernos y más clásicos, con base en el blanco y en el negro, a excepción de los llamativos vestidos de Vitelia (en especial uno púrpura, tremendamente agresivo en el entorno de blanco impoluto del escenario). La iluminación, basada en fluorescentes ocultos en los bordes de al escena que iluminan las paredes de diferentes tonos, acompaña la concepción de sencillez estilística del espectáculo, que además juega con las perspectivas en diferentes fugas que se observan cuando se abren las puertas que hay en las paredes del decorado. Por destacar un momento a nivel de juego escénico, magnífica la revuelta, con el coro escondido en las alturas sobre las tribunas de las sala. La dirección musical de Thomas Hengelbrock fue muy acertada también, con una orquesta que en ningún momento llega a situarse por encima del nivel de los cantantes.

La Clemenza di Tito ha dicho adiós, por lo que parece. Pero su influencia a nivel estético seguro que permanecerá. Y aunque, como dije, tal vez ya no se trate de un espectáculo tan rompedor como lo fue en su momento, no hay que restarle méritos. Y gracias a él hemos podido disfrutar de la presencia escénica de Amanda Majeski. Sólo por eso ya merecería la pena esta Clemenza.

Foto: javier del real

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

LA CLEMENZA DI TITO, de W. A. Mozart

AUTOR DEL TEXTO: Pietro Metastasio, adaptado por Caterino Mazzolà.

DIRECTOR MUSICAL: Thomas Hengelbrock / Peter Tilling (día 29).

DIRECTOR DE ESCENA: Ursel Herrmann, Karl-Ernst Herrmann.

ESCENÓGRAFO, FIGURINISTA E ILUMINADOR: Karl-Ernst Herrmann.

CANTANTES: Yann Beuron, Amanda Majewski, María Virginia Savastano, Kate Aldrich, Serena Malfi y Guido Loconsolo.

ORQUESTA: Titular del Teatro Real (Sinfónica de Madrid).

CORO: Titular del Teatro Real (Intermezzo); director: Andrés Máspero.

PRODUCCIÓN: Festival de Salzburgo

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

02/03/2012

EN LA VIDA TODO ES VERDAD Y TODO MENTIRA, un Calderón animal

 

CRÍTICA

Verdad y mentira. Certeza y duda. Realidad o ilusión. «En la vida todo es verdad y todo mentira» nos transporta a un mundo salvaje y mágico, en el que Focas, el emperador de Constantinopla vuelve a Trinacria (Sicilia) para buscar a dos jóvenes. Uno, su hijo. El otro, el hijo de su enemigo Mauricio, a quien mató y usurpó el trono. Cuál será la sorpresa de Focas al encontrar a los dos jóvenes que han sido criados juntos como hermanos por el anciano Astolfo, que no quiere desvelar cuál es cuál para evitar la muerte del heredero del antiguo patriarca.

Calderón elabora un drama repleto de dudas e ilusiones, en el que también participa la magia en la figura de Lisipo, un hechicero que elabora un plan para que Focas pueda distinguir a su heredero de su enemigo de sangre. El amor también estará presente por parte de Cintia y Libia, que descubren en los dos salvajes unos seres ante los que se sienten iremediablemente atraidas. La historia, una ficción repleta de dinamismo y tensión, atrapa desde el momento en el que aparecen los dos falsos hermanos y no se permite dejar libre al espectador hasta que cae el telón.

Ernesto Caballero ha conseguido dotar de una fisicidad magnífica a los versos del dramaturgo, con un trabajo actoral sobresaliente en una apuesta muy inteligente y efectiva en la que el componente salvaje y animal tiene gran protagonismo. Desde la forma de moverse del elenco hasta el mismo vestuario (maravilloso, en una base de blanco y negro de pieles y plumas), todo recuerda a un mundo salvaje. Los protagonistas se mueven como animales, y hasta en ocasiones miembros del coro se transforman en diferentes seres, ciervos, perros… según corresponda  la escena, en un juego corporal fantástico que aporta sin duda un plus al texto, que ya de por sí es una maravilla olvidada de Calderón durante más de un siglo sin representarse. Asimismo la comprensión de la historia es cristalina, a pesar de lo que pueda parecer en un principio. Pero en cuanto se sientan las bases de la trama, no hay ningún problema de seguimiento. Algo a lo que ayuda también el reparto de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, compacto y con perfectas dicción y entonación, entre los que destacan Ramón Barea, con una presencia bestial (personificando casi a un oso) como el emperador Focas, el por un lado desvalido pero también valiente Heraclio de Iñaki Rikarte, o la atractiva y segura Cintia de Carmen del Valle. Así como como hay que destacar la labor del coro, que además de una gran trabajo físico tienen momentos musicales muy conseguidos. Porque además la música es otro elemento capital en esta puesta en escena, hasta viendo a los músicos en escena a partir de determinado momento en el que este elemento es parte integrante de la historia.

Por último, destacar también una atmosférica iluminación de Paco Ariza y una escenografía sencilla de José Luis Raymond, conplementándose con el vestuario logra momentos realmente conseguidos, por ejemplo el juego de contrastes al pasar a ese blanco de los elementos que aparecen en escena en la parte del palacio imaginario. Y hay que repetir un bravo por ese vestuario maravillosamente animal de Curt Allan Wilmer, con el que juegan los personajes y que ayuda sobremanera a la definición de los caracteres.

«En la vida todo es verdad y todo mentira» podría decirse que es un espectáculo total, que dispone de los suficientes aciertos, no sólo para los amantes del teatro clásico, sino para todo el público en general. Con profundidad a nivel temática y poder de reflexión, un texto que es una maravilla y maestría y originalidad en la puesta en escena. Para disfrutar con una historia llena de dudas y salir con la certeza de que se ha asistido a un espectáculo que, sin duda, merece la pena ver.

 

 

Foto: Ceferino López

 

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

En la vida todo es verdad y todo mentira, de Pedro Calderón de la Barca
Versión: Ernesto Caballero
Director de escena: Ernesto Caballero
Escenografía: José Luis Raymond
Vestuario, utilería y caracterización: Curt Allen Wilmer
Intérpretes: Carmen del Valle, Ramón Barea, Karina Garantivá, José Luis Esteban, Iñaki Rikarte, Jorge Machín, Paco Ochoa, Jorge Lasanta, Jesús Barranco, Carles Moreu, Miranda Gas, Sandra Arpa, Diana Bermejo, Marta Aledo, Georgina de Yebra, Borja Luna, Paco Déniz
Lugar de representación: Teatro Pavón. Madrid

 

Fecha de la representación a la que alude la crítica:

01/02/2012