EXCÍTAME, EL CRIMEN DE LEOPOLD Y LOEB. Un musical criminal y gay


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(Esta crítica ha sido publicada en la web de cultura Notodo.com con motivo del estreno de Excítame, dirigido por Jsoé Luis Sixto, en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. Para más información podéis hacer clic aquí y ver la reseña en la web de Notodo.)

EXCÍTAME (THRILL ME), EL CRIMEN DE LEOPOLD Y LOEB. crítica por Miguel Gabaldón

«La única razón fue unirme a él», responde Nathan cuando le preguntan el porqué del horrible crimen que cometió junto a su amante. Excítame (Thrill me), el crimen de Leopold y Loeb se acaba de estrenar en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y es la adaptación española de un musical (de pequeño formato con piano en directo) de Stephen Dolginoff, oscurito, criminal y sexual que narra una relación de dependencia demencial, estructurada como una audiencia en la cárcel al protagonista años después del hecho, trufada de flahbacks que ilustran ese terrible crimen que dos jóvenes demasiados influenciados por Nietzsche cometieron en los años 20 en Chicago.

Nathan Leopold mantiene una relación de sumisión y sexo con Richard Loeb, amigo suyo desde tiempos de la infancia. Richard humilla de forma sistemática a Nathan, pero éste es incapaz escapar de su influjo. Y es que para más inri Richard se excita sexualmente con el crimen. Con lo cual la única manera que tiene Leopold de poder conseguir sus ansiados favores sexuales es acompañándole en sus correrías para acto seguido echar un polvo. Al principio sólo se trata de incendios y robos, hasta que, influenciado Richard por la lectura de Nietzsche y su concepto del superhombre, un día deciden dar un paso más y llegar al asesinato de un niño al azar. Excítame está basado en un crimen real que conmocionó a la sociedad americana, y el espectáculo es un hermano menor y gay del Sweeney Todd de Stephen Sondheim, mezclado con un poquito de La soga de Hitchcock y otro poquito de erotismo homosexual. La historia desde luego es potente, la dramaturgia consigue arrastrar al espectador y sumergirle en el perturbador (y perturbado) universo de esta extraña pareja y la puesta en escena e interpretaciones ayudan a crear la intimidad necesaria para transmitirlo. Pero sobre uno planea la sospecha de que no hacía falta que fuera un musical para narrarla.

Y es que esta historia no llega a desarrollar toda su fuerza, tal vez por el hecho en sí del musical, por la adaptación al castellano o bien porque todavía se tienen que hacer los actores a respirar el texto cantado (porque no parecen melodías excesivamente fáciles de cantar). Pero el caso es que los números musicales no llegan a convencer del todo. Aunque hay instantes, como el polvo pirómano o el estremecedor momento en que Richard está invitando a su pequeña víctima a subir a su coche (momento álgido y absolutamente estremecedor de la función) que son realmente buenos. Además la puesta en escena del director José Luis Sixto es bastante acertada (contando además con la inestimable ayuda de una fantástica iluminación de Juanjo Llorens). Y los dos actores (David Tortosa, que se alterna con Marc Parejo en el papel del oscuro Richard y Alejandro de los Santos en el del débil Nathan) encajan muy bien en sus roles y tienen una muy buena química en escena. Tal vez sólo falta evitar un pelín de descontrol en algunos números (que segura irá llegando con las funciones, porque la herramienta la tienen), puesto que además todo el espectáculo trata de ilustrar esa relación tan íntima (y perversa). De cualquier manera Excítame es potente porque se erige en un ejemplo in extremis de una relación de dependencia que, sin llegar a esos límites, uno puede incluso haber vivido. Y el espectáculo, si no redondo, sí es poseedor de una trama y atmósfera interesantes y perturbadoras. Lo suficientemente excitantes como para acudir al teatro.

M.G.

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