Para leer la crítica sobre el espectáculo Babel que se representa en el Teatro Marquina de Madrid, remito a mi reseña publicada originariamente en la web de cultura NOTODO.COM, que se puede encontrar pinchando aquí.
Hace unos años estrenaron una estupenda película australiana sobre las formas de la traición y la soledad de las parejas (como diría Dorothy Parker) llamada Lantana, dirigida por Ray Lawrence. Esa película se basaba en un obra de teatro, Speaking in tongues, del autor Andrew Bovell. Y ahora la adaptación al castellano (obra de Pedro Costa) llega con el nombre de Babel al Teatro Marquina de Madrid. El espectáculo se compone de dos partes diferenciadas pero interrelacionadas: la historia de dos parejas que se engañan a la misma hora el mismo día y las consecuencias de este hecho, y la historia de la desaparición de una mujer. Dos arcos argumentales fundamentales que marcan a nueve personajes interpretados por cuatro conocidos actores.
Tamzin Townsend (artífice de algunos de los últimos éxitos del teatro reciente, como Un dios salvaje o El método Gronholm) dirige el juego. En él, lo más llamativo es la estructura del texto: un puzzle con vasos comunicantes que trabaja en diferentes tiempos, en el que hay que estar ojo avizor para no perder los detalles que se van sembrando. La escenografía, con dos niveles y proyecciones (como imágenes de cámaras de seguridad que roban imágenes de la intimidad de los protagonistas) es estética y funciona bien. Pero, a pesar de estos elementos positivos, hay un problema fundamental: y es el ritmo. Porque se empieza potentísimamente con los cuatro actores en escena en un juego dialéctico de repetición y superposición de réplicas, un ejercicio tremendamente difícil y original que parece un mecanismo de relojería. Pero el ritmo decae de forma dramática en las intervenciones de a dos que siguen a continuación y algunas escenas se alargan en exceso. Hasta que cambiamos de bloque, de personajes y de tercio (ya que la primera parte posee puntos cómicos que la segunda no), con la historia de la mujer desaparecida, en la que de nuevo vemos a los cuatro actores juntos en escena. En este nuevo comienzo el intercalado de las réplicas de los personajes ayudan a dinamizar la narración de nuevo, y el suspense funciona como motor que despierta el interés. En este momento la función se convierte en ese thriller que se anunciaba.
Pero hay otro detalle a destacar, y es que, a pesar de que todos son buenos actores, las parejas no llegan a cuadrar. Pilar Castro y, en especial, Aitana Sánchez-Gijón hacen un recital interpretativo bastante interesante y se lucen más que sus compañeros, todo hay que decirlo. La mujer insatisfecha de la primera mitad de la función que interpreta Pilar Castro opuesta a su fría e inquietante mujer fatal que evita el compromiso de la segunda parte son interesantes caras de la misma moneda. Mientras que la elegancia de Aitana Sánchez-Gijón es perfecta para la exitosa pero frustrada esposa del inicio y explota un dramatismo estremecedor para la psicoanalista de la segunda parte que consigue impactar. Sin embargo, Pedro Casablanc y Jorge Boschresultan algo más planos en comparación con sus partenaires, y no logran dotar a sus personajes de las aristas y profundidad necesarias para que funcionen. Que, todo sea dicho, todo puede ser problema de una función en concreto o que con un poco más de rodaje se consiga superar estos problemas. El caso es que, partiendo del mismo material (el espectáculo es muy interesante para recuperar Lantana y hacer un ejercicio de comparación entre medios), al final del film uno acababa absolutamente destruido. Las situaciones e interpretaciones eran tan sutiles y creíbles que provocaban un terremoto emocional. Sin embargo, esta Babel no llega a esa intensidad. Cierto es que a nivel de estructura, la obra es mucho más interesante que la película. Pero tal vez esta apuesta apela más al cerebro que al corazón. Cuando podía acertar en ambos órganos.
A pesar de todo, el espectáculo sigue conservando su potencial como reflexión sobre la incapacidad de comunicación de muchas parejas, la frustración y la traición, con unos cuantos elementos muy interesantes. En palabras de Pedro Costa: Babel es una historia de parejas que se aman y matrimonios que han dejado de amarse, de personas que se quieren pero que se hacen daño, de hombres y mujeres que en bares de solteros buscan “sentir algo”, de mujeres que desaparecen y hombres sospechosos, de maridos adúlteros y esposas insatisfechas, de mujeres que bailan solas y hombres que ahogan su soledad en el mar. Todo ello material suficiente como para salir dándole vueltas a la cabeza.
Nombre del montaje: Babel
Disciplina: Teatro contemporáneo
Director: Tamzin Townsend
Autor: Andrew Bovell
Adaptaci�n: Pedro Costa
Reparto: Aitana Sánchez Gijón, Pedro Casablanc, Jorge Bosch, Pilar Castro
Aydte. dirección: José Luis Sixto
Escenografía: Eduardo Moreno
Espacio Sonoro: Sandra Vicente
Vestuario: Nereida Bonmatí
Una producción de LAZONA, PEDRO COSTA, BITO PRODUCCIONS, MARCUS TEATRAL, PTC Y LA MANCUERNA TEATRO
D�nde: Teatro Marquina
Direcci�n: Prim, 11. Madrid
Hasta: Noviembre
Horario: De martes a jueves a las 20.30h. Viernes y sábados a las 20 y 22.30h. Domingos a las 19 horas
Precio: A partir de 2 0€
Venta de entradas: www.entradas.com