LIGAZÓN, un Valle animal, erótico y actual


CRÍTICA

Rito teatral. Unión de sangre con sangre. Violencia. Erotismo. Oscuridad. Ligazon es un viaje a las entrañas de Valle-Inclán. Reflejo en un espejo deformado de marco contemporáneo. Referencias estilísticas que transitan desde el universo gitano a la estética ochentera. Un cúmulo de personajes marginales y de pulsiones sin fecha de caducidad. Ligazón es un proyecto atmosférico, oscuro y de fisicidad apabullante en el que las palabras de Valle se entremezclan con un paisaje sonoro que acompaña la acción a través de senderos íntimos e inquietantes. Poniendo de relieve un subconsciente violento de figuras que se mueven como animales y de claroscuros cubiertos de tierra.

La historia de Ligazón es la de una mozuela a la que su madre y la alcahueta de su tía pretenden vender por una gargantilla. Pero la mozuela, una joven, niña-mujer sensual y provocadora, conoce a un afilador del que queda prendada. La historia se nos traslada en unas imágenes inquietantes que hay que medio adivinar en la oscuridad. Así como hay que adivinar en ocasiones las palabras de Valle (que reconozcamos si no estás acostumbrado a este tipo de texto a veces no son fáciles de seguir). Pero gracias a montajes como éste, Valle vuelve en un conjunto salvaje y pasional que recuerda por qué se le considera un maestro atemporal.

La tía (Javier Carramiñana) que recuerda en su estética a la Movida (imposible no acordarse de Fabio MacNamara al verle). La madre (Haizea Águila Mínguez) personaje mezquino pero con puntos cómicos (con una presentación memorable gracias a un baile absolutamente hilarante). El pretendiente judío (Antonio Jiménez) una especie de mafioso gitano continuamente presente en escena, estático. El afilador (Pablo de la Chica) un hombre salvaje y físico (oscuro y lobuno, imagen de una pasión y sexualidad a flor de piel). Y la mozuela (Elena Esparcia Pinar) figura central que nos lleva de unas sensaciones a otras de forma maravillosa. Todos nos introducen en este mundo oscuro y tenebroso de la mano de la directora Mathilde Rambourg. Un universo telúrico, en el que todo (escenografía, iluminación, vestuario, sonido) contribuye para tejer una tela de araña alrededor del espectador, que no puede escapar del experimento sensorial que es la puesta en escena de este espectáculo. Un espectáculo que, salvando las distancias pero unidos por el espíritu del esperpento, recuerda a los magníficos espectáculos de La Zaranda (como Cuando la vida eterna se acabe o ese último La patria de los espectros), con esa fisicidad y carácter ceremonial y casi místico de la experiencia teatral.

Cuarenta minutos de sensaciones, con momentos magníficos como ese baile entre el Afilador y la Mozuela con la máscara del can que le ataca en el camino. Lo más llamativo de la escenografía, ese suelo lleno de tierra, que dota a la puesta en escena de gran fisicidad. Gran acierto de la puesta en escena la recreación en directo de la música por el compositor, Facundo Devitto Mokotoff, en un camino electrónico de bases que acompañan a los personajes durante casi toda la pieza. Y en cuanto a las actuaciones, todos cumplen perfectamente su cometido, pero es de recibo destacar la química entre la pareja protagonista de la mozuela y el afilador, que regalan momentos de sensualidad y complicidad sin necesidad de recurrir a recursos explícitos. Esto consigue una pasión y un erotismo muy especial e intenso, con su clímax en el momento casi místico de esa ceremonia de ligazón que da nombre a la pieza.

La obra forma parte ahora del recientemente estrenado Festival Fringe de Madrid. Pero hay que decir que méritos tiene para hacerse un hueco en alguna sala del circuito independiente durante más tiempo. Porque el carácter de las palabras de Valle-Inclán en este montaje sigue siendo igual de sugerente y mágico como hace un siglo: ¡Besa! ¡Muerde! ¡Ligazón te hago!


FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA

Ligazón. De: Valle- Inclán. Dirección: Mathilde Rambourg. Dramaturgista: Javier Hernando Herráez. Coreografía: Xenia Sevillano. Elenco: Haizea Águila Mínguez, Javier Carramiñana, Pablo de la chica, Elena Espacia Pinar. Música: Facundo Devitto Mokotoff. Espacio Escénico: María Carvajal. Iluminación: Rodrigo Alonso Miranda. Vestuario: Antonio Jiménez.

FESTIVAL FRINGE MADRID. Centro Cultural Conde Duque.



Trailer Lig∆zón from Mathilde Rambourg on Vimeo.

Un comentario en “LIGAZÓN, un Valle animal, erótico y actual

  1. Muy buena. Un lujo poder oler la tierra del escenario que provoca una sensación al espectador, al menos a mi me ocurrió así, de ser partícipe de la historia. 40 minutos que pasaron como si fuesen 5, rapidez en la trama, con el aderezo de la música en directo que pone el colofón a un plantel de actores excelentes. El baile, mezcla de un juego de pasiones en danza que hace visible lo invisible y explícito lo implícito , es el cénit de la obra. Como una buena película que ves mil veces, yo volvería al teatro para poder sentir de nuevo la fuerza de la obra y fijarme en los pequeños detalles que a veces pasan inadvertidos.

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